inicio en frío
Los dispositivos de alimentación pueden experimentar una corriente temporal que excede lo estipulado al arrancar, conocida como corriente de irrupción, lo que requiere tomar medidas. Un método simple y económico para suprimir la corriente de irrupción es insertar una resistencia, aunque este método tiene la desventaja de reducir la eficiencia debido a la pérdida por resistencia. Para resolver este inconveniente, existe el arranque en frío, que utiliza un termistor con la característica de que su resistencia disminuye a medida que aumenta la temperatura. En el arranque en frío, la resistencia es alta a baja temperatura durante el arranque, lo que suprime la corriente de irrupción, y a medida que se alcanza la temperatura de operación, la resistencia disminuye, reduciendo las pérdidas. Sin embargo, si después de alcanzar la temperatura de operación ocurre un corte de energía de corta duración y el equipo se reinicia inmediatamente, no hay tiempo para que el termistor se enfríe, lo que provoca el flujo de una gran corriente de irrupción, con el consecuente efecto negativo en el dispositivo.